miércoles, 21 de enero de 2009

HOMENAJE A ENRIQUE RUANO




MARGOT HERMANA DE ENRIQUE
El homenaje que ayer se hizo en el paraninfo de la universidad complutense de Madrid al estudiante Enrique Ruano Casanova asesinado por la policía del régimen franquista fue del más emotivo al recordar un pasado tan negro de este país.
El aforo estaba al completo, con todos los pasillos llenos de gente de pie, casi todos los que en el acto estábamos ya peinamos canas o en algún caso ya ni eso, pero también había jóvenes deseosos de conocer la historia de este país que en los colegios no les han enseñado, a muchos se nos llenaron los ojos de lagrimas cuando algunos de los intervinientes nos hablaban de Enrique.
En primer lugar tomo la palabra el rector de la complutense de Madrid Carlos Berzosa que resalto los valores de este estudiante y que con estos hacemos que nosotros mismos escribamos nuestra historia para que nadie la escriba por nosotros.

Le siguió Manuel Garí, tras destacar la figura de Enrique Ruano, al que conoció en aquellos años, ha querido denunciar a aquellos que, tras la dictadura, se pusieron enormes medallas por haber sido “demócratas de toda la vida”, y traído una democracia con la que nada tienen que ver, porque tan sólo tuvieron “la habilidad de situarse en el lugar más propicio” en el momento adecuado. Tal sería el caso de personajes tan oscuros y terribles como Rodolfo Martín Villa.

Tras la intervención de Garí, tocó el turno de cantar a Maria del Mar Bonet, que compuso junto a Lluis Serrahima, e interpretó desde entonces una canción dedicada a Ruano “Què volen aquesta gent?”, lo que le valdría un año de no poder actuar ni salir de España.

A continuación, José Luis Zárraga trató de cobardes a los “agentes del régimen franquista y sus colaboradores: policías, jueces, periodistas… Precisamente destacó la lucha de Ruano por la libertad y la democracia, pero como algo colateral, ya que lo que realmente defendía era una revolución socialista y anticapitalista, pretendía la creación de un “partido de nuevo tipo”, dijo. “Puede parecer incómodo hoy día, pero en honor a Enrique se debe contar tal y como era”. Leyó algunos textos publicados por el propio Ruano que demostraban la gran convicción por su lucha “o se está contra la opresión o con la opresión, no se puede ser neutrales”. Por fin, señaló que recordamos que luchaba contra la explotación, por una revolución “sabemos que aquellos objetivos siguen vigentes hoy día, y su lucha sigue siendo necesaria”, lo cual desencadenó nuevos aplausos del público asistente.
Jaime Pastor continuó insistiendo en que Enrique Ruano luchaba por las libertades, pero también por otra sociedad que cambiara al mundo de bases. Incidió también en que esa generación logró destruir el sindicato de estudiantes controlado por la dictadura (el SEU), pese a Martín Villa (entre otros), y que leían a poetas malditos como León Felipe, Lorca, Machado, Blas de Otero y escuchaban a los cantautores, como Raimon, María del Mar Bonet, que empezaba por aquel entonces. Deploró también a Alfredo Semprún, que tergiversó la información en ABC, bajo las órdenes de Fraga Iribarne, haciendo creer que Ruano se había suicidado. Posteriormente, ampliarían las ignominias otras gentes como Carrero Blanco e, incluso, la Conferencia Episcopal, que quiso apoyar de nuevo a Franco.
José María Mohedano, que se alegró de encontrar a gente que fue perseguida y condenada en aquel mismo caso de Enrique Ruano, afirmó que ahora se sabe que se le disparó antes de arrojarle por la ventana del séptimo piso y, posteriormente, serraron el hueso de la clavícula para que no apareciese la bala, falseando después la autopsia. Describió a un Enrique Ruano de firmes determinaciones, pero nada dogmático, impregnado de creencias religiosas, conectado con comunidades cristianas de base. También destacó la cobardía de todos estos años, ya que la ley de punto final que dio la amnistía a todos aquellos, nos impuso el silencio. Así pues, debería homenajearse igualmente a todos los que sufrieron por la libertad y la democracia en este pais.
José Manuel Benítez narró que durante años, la madre del asesinado se resistió a admitir los hechos, hasta que muchos años después, el día antes de la prescripción de los delitos, se decidió a firmar la denuncia reclamando que se reabriera el sumario.
Narra las dificultades que tuvieron que pasar para sacar adelante el caso, ya que todo había sido abiertamente manipulado, y no existían pruebas de ningún tipo recogidas en el sumario. Pese a esto, consiguieron que la ponente del tribunal admitiese el delito y la comisión del mismo, pero al no saber quién de los tres policías presentes lo cometió, no podía condenarse. Los otros dos miembros del tribunal admitieron las torturas que se le habían llevado a cabo. Finalmente, los culpables salieron sin condena.
Torcuato Luca de Tena confesó que Fraga Iribarne le dio las órdenes para publicar anotaciones del diario íntimo de Enrique, manipulándolas a fin de que pareciese una persona inestable que se había suicidado. El Jefe de la Brigada Político Social, se dejó ver como un pobre anciano que se limitaba a recibir las pedradas de los estudiantes.
Gregorio Peces Barba, que fuera amigo de Enrique Ruano, defendería a Abilio Villena, que fue encausado dos veces por la misma causa que ya había sido condenado
Finalmente, Margot Ruano, hermana del asesinado, intervino sobre la figura de su hermano, describiéndole como una persona justa y honesta, de firmes convicciones, que luchaba por las libertades y los Derechos Humanos. “No murió por algo estéril o vano” dijo “no callarán nuestra voz”. Y leyó a continuación un poema de Francisco García Marquina “A mi amigo Enrique, que eligió morir”, escrito la misma noche del asesinato también leyó las adhesiones como José Saramago o Carlos Castilla así como otros que no pudieron estar en el acto.

1 comentario:

Pablo dijo...

Actos así suponen una lección histórica contra la amnesia y la impunidad moral y política. Gracias por tan buen resumen.