Antonio Marcelo Vacas

FRENTE A LA AMNESIA PROMOVIDA, CUARENTA AÑOS DE MEMORIA HISTORICA ESPAÑOLA 1969-2009 (PRIMERA PARTE)

Extremadura progresista 29/12/2009

“Por todo ello estimo llegado el momento de proponer a las Cortes Españolas, como persona llamada a sucederme, a título de Rey, al Príncipe don Juan Carlos de Borbón y Borbón, quien, tras haber recibido adecuada formación para su alta misión y formar parte de los tres Ejércitos, ha dado pruebas fehacientes de su acendrado patriotismo y de su total identificación con los Principios del Movimiento y Leyes Fundamentales del Reino”.

Con tal soflama el 22 de Julio de 1969, Franco designa a Juan Carlos de Borbón, saltándose el orden sucesorio natural, como su sucesor a la Jefatura del Estado con el título de “Príncipe de España”, y así, es proclamado por las Cortes cuando Juan Carlos jura “fidelidad a los principios del Movimiento Nacional y demás leyes Fundamentales del Reino”.

Para llegar a tal momento previamente se tuvieron que producir en España toda una serie de acontecimientos históricos. Una guerra 1936-1939 que concluyó con la victoria del General Franco, apoyado por Alemania e Italia, representando los intereses de los terratenientes, los monárquicos, la oligarquía bancaria, la iglesia de la época, y la aristocracia, y tuvo como consecuencia la abolición de la República Española reinstaurada en Abril de 1931 y la instauración de una dictadura.

Posteriormente en 1945 se aprueba por las Cortes franquistas el Fuero de los Españoles, que entre otras cuestiones proclama a la Religión Católica como la del Estado español, y los derechos y deberes de los españoles.

El 6 de Junio de 1947 se celebra un “referéndum” sobre la Ley de Sucesión, restaurándose la Monarquía sobre el papel, actuando Franco a partir de entonces como monarca quien sería cuando lo considerara conveniente el que designara a su sucesor como Rey de España.

En 1948, Juan de Borbón entrega a su hijo Juan Carlos al General Franco para que inicie su educación bajo las consignas del Régimen.

En 1958 se aprueba por las Cortes la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento que proclama aquello de que “España es una unidad de destino en lo universal”, constituyendo las entidades naturales de la vida social y de participación “ la familia, el municipio y el sindicato”.

En 1967 se aprueba la Ley Orgánica del Estado que otorga en su artículo 6 todos los poderes políticos al General Franco, Jefe del Estado español y, llegamos de nuevo a 1969, con Juan Carlos de Borbón nombrado por el General Franco, rey de facto del Estado español, su sucesor.

Durante los años que abarcan el período descrito hasta ahora 1939-1969, treinta años de régimen franquista, la única oposición de entidad la constituyó el Partido Comunista de España, (PCE), activo entre obreros, estudiantes e intelectuales esencialmente, pues el PSOE estuvo desaparecido de la escena política española los cuarenta años que duró el franquismo.

Hubo tímidos intentos de criticar al régimen desde otros parámetros como a través de la asistencia al Congreso del Movimiento Europeo, reunido en Munich el 7 y 8 de Junio de 1962, que consideró que la integración de todo país en Europa, sea bajo forma de adhesión, será bajo forma de asociación, exigía en cada uno de ellos instituciones democráticas que no era el caso de España.

La propaganda del Régimen bautiza el evento como el “Contubernio de Munich”, al adoptarse en el congreso una moción que encarnaba lo más influyente y militante de la opinión europeísta que negaba terminantemente la admisión de España ni aún como asociada en el sistema europeo mientras no cambiara el régimen. Al regresar a España los delegados españoles, hasta dos docenas, debieron elegir desde la escalerilla del avión o su destierro o su confinamiento en Fuenteventura y, para despejar toda duda del carácter del régimen, el año siguiente 1963, es fusilado el dirigente comunista Julián Grimau.

En el orden económico la autarquía practicada por el régimen, y que mantenía en la ruina al país, concluye con el inicio del Plan de Estabilización de 1959, diseñado por los llamados tecnócratas del Opus Dei incorporados al Régimen, al que siguen los Planes de Desarrollo de la década de los 60, que, ayudados por las divisas que aporta la emigración, los ingresos por turismo, y una masiva política de obras públicas, transforman la estructura productiva española, creándose una extensa clase media, sobre la cual como siempre domina una oligarquía financiero-constructora, convirtiéndose España en un país “en vías de desarrollo” destacándose aún más si cabe, la dicotomía entre una economía que se aproximaba a la imperante en la Europa Democrática, cuyos parámetros socioeconómicos imitaba y, un sistema político anacrónico que abarcaba, hasta 1974, toda la Península Ibérica, ya que ese año Portugal dejó de pertenecer al club de los antidemócratas.

A principios de los años 70 el parkinson que padecía Franco se agudiza y, su deterioro físico y mental es ya apreciado claramente por quienes le tratan inclusive dentro del protocolo.

Es entonces cuando lo sucesos se concatenan a ritmo de vértigo y el más significativo fue la muerte del Almirante Carrero Blanco el 20 de Diciembre de 1973, por parte de un comando de ETA.

Carrero Blanco a la sazón Presidente del Gobierno cuando muere, era mano derecha y considerado sucesor de Franco a su muerte (refiriéndose a él afirmó el General que dejaba todo”atado y bien atado”), y dada su ascendencia sobre el Ejército era la salvaguarda de la continuidad del Régimen franquista, con Juan Carlos de Borbón como Jefe de Estado, lo cual hubiera convertido en una repudiada isla para el resto de la Europa Occidental a la nación española.

En definitiva Carrero Blanco, redactor de la Ley de Sucesión de 1947, y enviado por Franco el 31 de marzo de 1947 siendo ministro, a entrevistarse con Juan de Borbón, es eliminado por ETA cuando la muerte de Franco ya se barruntaba.

Y es eliminado mediante un atentado al que sólo faltó ponerle luz y taquígrafos, pues en todo momento fue conocido por el Departamento de Estado USA cuya embajada en Madrid a 100 metros de la calle donde se realizaba el túnel, disponía de un sismógrafo, que registraba los progresos de los operarios de ETA en el túnel que practicaban para colocar explosivos al paso del automóvil del Almirante.

En 1973, también se constituye un grupo el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista Patriótico), organización situada a la izquierda del PCE e inspirada en militantes del Partido Comunista de España marxista-leninista (PCE (m-l), que derivó en un grupo armado responsable de varios atentados en 1975 y que finalmente se disolvió en 1978.

El deteriorado estado del General Franco, es de dominio público cuando acude al funeral de Carrero Blanco y rompe a llorar al dar el pésame a su viuda.

El cortejo fúnebre, que recorre todo el Paseo de la Castellana en Madrid es presidido por el Príncipe de España, Juan Carlos de Borbón quien caminando a pie iba delante del ataúd que llevaba los restos de Carrero, como quien suscribe tuvo oportunidad de visualizar aquel hecho histórico como espectador en precitado Paseo, tomado por policías de paisano y uniforme (lo de paisano se notaba por donde tenían colocada la mano derecha).

Irónicamente, a Carrero Blanco le sustituye su Ministro de Gobernación, y por tanto jefe de la policía, Carlos Arias Navarro (el que más tarde lloraría ante TVE anunciando la muerte de Franco), que es nombrado Presidente del Gobierno por el propio Franco que ya no era dueño de sus actos y por tanto fácilmente influenciable por su entorno familiar fundamentalmente .

Arias Navarro constituyó un primer intento de franquismo sin Franco cuya muerte se vaticinaba próxima (desde el 19 de Julio a 2 de Septiembre de 1974, Juan Carlos de Borbón accedió brevemente a la Jefatura del Estado debido a la frágil salud de Franco) pero sin desmantelar formalmente el Régimen, simplemente reformarlo, pues su continuidad en estado puro era imposible y, salvo grupos de fanáticos nadie en su sano juicio podía defender.

Tan engañoso proyecto se plasma en el discurso que pronuncia Arias Navarro el 12 de Febrero de 1974, ante las Cortes considerado entonces “aperturista” y bautizado como el “Espíritu del 12 de febrero de 1974”.

El mismo año 1974, ante la inminente desaparición del dictador se forma la denominada Junta Democrática, amalgama de partidos non natos en España y personalidades de cierto renombre en distintos ámbitos de la escena española, cuyo objetivo era la formación de un gobierno provisional que sustituyera al presidido por Arias Navarro, la legalización de todos los partidos políticos y restauración de todas las libertades, algo impensable en vida de Franco.

Lo que sí sucede en vida de Franco es el Congreso de Suresnes celebrado por el PSOE los días 11 al 13 de octubre de 1974 en dicha localidad francesa colindante con París, el cual supuso un antes y un después en la historia del PSOE.

Respaldando al Congreso estuvieron presentes Willy Brand, excanciller alemán y líder socialdemócrata, François Mitterand, líder socialista francés y Bruno Pitterman, presidente de la Internacional Socialista, la internacional más capitalista del momento.

Los históricos que habían sido depositarios de las siglas del PSOE, encabezados por Rodolfo Llopis, Secretario General en el exilio, son sustituidos por el “grupo de los sevillanos” (el clan de la tortilla) que encabezan unos desconocidos para el pueblo español, Felipe González, Alfonso Guerra, y Manuel Chaves, y en cuya comisión ejecutiva figuraba también Nicolás Redondo, Jose Mª Benegas, y dos opositores a este clan que se colaron de rondón, Francisco Bustelo y Pablo Castellano, rápidamente relegados a un tercer plano y posteriormente represaliados.

Como el objetivo de este PSOE de laboratorio, cuya creación artificial se recrea entre otros muchos documentos en el libro de Alfonso Grimaldos, “La CIA en España”¸ auspiciado por el Departamento de Estado USA, es neutralizar la fuerte oposición de izquierdas que supone el PCE, considerablemente implantado en el interior de España, la Resolución Política aprobada en el Congreso de Suresnes establecía un programa radical que se definía con el concepto “Ruptura Democrática”.

Entonces el PSOE era marxista, republicano, opuesto a los bloques y a la OTAN, todo de boquilla obviamente.

En su libro Grimaldos describe la Transición Española, como un producto de diseño del Departamento de Estado de EE.UU., la relación del PSOE con la Trilateral, su influencia y control sobre Juan Carlos de Borbón, y el dirigismo que realizó sobre Felipe González a través de los servicios de información españoles, figura a la cual se mimaba porque estaba destinado a ser el artífice de la neutralización de los Comunistas en España, labor que el capitalismo tiene encomendada en todos los países occidentales a la socialdemocracia, reformista según y como, pero servicial con el capitalismo que es quien la financia, sistema al que siempre han sido fieles.

En un ambiente de crispación, por la existencia de numerosos atentados mientras Franco se encontraba con un pié en la tumba, el Régimen, y fundamentalmente el gobierno de Arias Navarro, suscribe cinco condenas de muerte contra dos activistas de ETA y tres del FRAP, que se ejecutan en Septiembre de 1975 y, finalmente lo que se esperaba sucedió dos meses más tarde , el 20 de noviembre de 1975, después de una larga agonía, Franco fallece y Juan Carlos de Borbón es proclamado Jefe de Estado y coronado como rey de España el 22 de noviembre de 1975, en el Palacio de las Cortes franquistas, pasando a denominarse Juan Carlos I, saltándose el orden sucesorio natural que correspondía a su padre Juan de Borbón, quien no sería hasta el 14 de mayo de 1977 cuando renunciase oficialmente a todos sus derechos dinásticos negados por la Ley de Sucesión creada por el “rey” Franco en 1947.

A partir del 20N comienza en España la muy mal llamada “Transición” democrática que analizaremos en siguientes capítulos.